¡Ay, Carmela!

28.04.2025

Se narra la historia de Carmela y Paulino dos artistas, que en plena Guerra Civil, son capturados y hechos prisioneros por los franquistas. Por ello, se ven obligados a apoyar a este bando, pero Carmela no aguanta más y se revela. Su valentía la llevan a un final trágico, pero deja una huella de honor.  

La elección de mi lectura número cinco ha sido: "¡Ay, Carmela!" de José Sanchís Sinisterra. Encontré una representación audiovisual de la obra en la Teatroteca del Ministerio de Cultura, además observé ciertos fragmentos en YouTube y a pesar de que no mostraban la obra completa, me ayudaron a hacerme una idea clara de cómo era la escena y cómo se desarrollaba la historia.

Si me preguntas ¿qué me ha aportado la visualización del espectáculo a la obra? Respondería con qué al ver representada la obra todo cobra otra dimensión (la música, los silencios, los gestos…), se transmiten otras emociones que con el texto pasan desapercibidas, te puedes imaginar mejor las situaciones y entender el contexto de cada escena. No obstante, leyendo me puedo centrar más en los diálogos, el lenguaje y los matices de cada personaje. Por contraposición, en la escena en la que Carmelita recita el famoso "!Ay, Carmela!" es mucho más impactante verlo que leerlo.

Lo que más destaco de la obra es la evolución de Carmelita: ella empieza como una mujer ingenua e inocente a simple vista, pero termina mostrando una valentía espléndida. Su personaje es bastante humano y llega mucho al lector. Además, la mezcla de humor con momentos duros hace que los dramas sean más fáciles de sobrellevar y nos podemos llevar esa reflexión a la vida real. En contraposición, con respecto a lo que menos me ha gustado, son ciertas referencias históricas que me costaron comprender debido a no vivir la guerra civil ni saber tanto sobre ella. Así como el personaje de Paulino, que en comparación con Carmela, es un tanto más plano.

Como reflexión final, me pregunto si: ¿es más fácil o difícil leer teatro contemporáneo que leer teatro clásico? Honestamente, no he leído mucho teatro clásico, salvo ciertos fragmentos de La vida es sueño de Pedro Calderón de la Barca cuando estaba en el instituto. Pese a ello, considero que ¡Ay, Carmelita! es más fácil de leer debido a que su lenguaje es bastante más cercano y actual, no hace falta releer frases o buscar el significado de algunas palabras para entender lo que dicen los personajes. Además, en mi obra elegida solo había dos protagonistas y un escenario más limitado, lo que provocaba que la acción sea más directa y entretenida.

En lo que atañe a la relación de esta obra con otras, me gustaría mencionar a La casa de Bernarda Alba, porque ambas tratan sobre la falta de libertad y la represión.

Finalmente, no he enlazado esta obra a mis experiencias personales ya que vivimos en una sociedad bastante liberal en comparación con años atrás. Sin embargo, sí que podría relacionar la obra con algunas conversaciones que he tenido junto a mis abuelos sobre la guerra civil.



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