
Caperucita Roja
La historia de Caperucita Roja se basa en una niña curiosa que decide ir al bosque a visitar a su abuela enferma. En el camino, se topa con un lobo que pretende engañarla. Caperucita cae en el engaño por la astucia del lobo y se mete en problemas. No obstante, logra salvarse y aprender a no confiar a ciegas.
¿Qué has pensado al leer el texto 1?
Tras leer el primer texto, me quedé con cierto grado de sorpresa. En primer lugar, porque no recordaba una versión tan antigua y oral de Caperucita Roja, además apenas se parecía a la idea que tenía en mente sobre la versión que recordaba de pequeño. Me parece una historia un tanto dura, incluso inquietante, sobre todo por el lenguaje empleado sin filtros ni suavidad. Con respecto a la escena del gato, que no había visto anteriormente, el tema de la sangre y ciertos aspectos canibalistas considero que no es una versión del cuento muy adecuada para niños. Realmente, tiene más futuro como cuento de miedo, que de cuento infantil.
¿Cuál es la versión que más se acerca a la que conocías o recordabas de la infancia?
La versión que tiene más parentesco a la idea que tenía en mente sobre el cuento es la de los hermanos Grimm, no obstante la versión de Pescetti también tiene varias similitudes. Ambas poseen un final positivo donde aparece el cazador y todo acaba bien, qué es la trama que recordaba. Por otro lado, se usa un lenguaje más cercano y tierno, lo que otorga a estas versiones unas características adecuadas para los niños, no como la primera versión que hemos leído.
¿Cuál es la que más te ha gustado y por qué?
Con diferencia sobre la segunda, la que más me ha gustado ha sido la versión de Luís María Pescetti. Me fascina como es capaz de jugar con la imaginación del niño y como el padre va contando la historia de manera paralela, pero desde otra perspectiva. Es bastante original y entrañable, te hace ver como un cuento puede tener varias interpretaciones o versiones dependiendo de quién lo escuche o lea. Asimismo, podemos observar lo bonita que es la imaginación de los niños y cómo estos viven todo de manera más intensa y mágica. Me encantó recordar el cuento de esta manera tan novedosa y distinta.
¿Cuál es la que menos te ha gustado y por qué?
La versión que menos me ha convencido ha sido la de Marjolaine Leray. Pese a que el estilo visual es interesante y atractivo, la historia es bastante breve y simple. Si cambias los personajes y no muestras el título, cualquier persona que lea esta versión no sabría qué pertenece al cuento de Caperucita Roja. No aparece la abuela, considerada por mí un personaje principal. Durante la historia transcurren pocas acciones y el final, con el caramelo envenenado, parece más una ocurrencia graciosa que parte real del cuento. En pocas palabras, no conecté con esta versión.
¿Has relacionado algún texto con otros que hayas leído? ¿Por qué?
No he relacionado los textos con otros cuentos concretos que haya leído, pero sí pude encontrar varias similitudes con otros cuentos clásicos como Hansel y Gretel o El lobo y los siete cabritillos. Todos tienen en común a niños (o personajes que tienen la función de ser inferiores a otros) que se enfrentan a peligros, generalmente usando el bosque como espacio y la figura del lobo como la amenaza principal. No sólo esto, sino que también tratan temas parecidos como el miedo, la desobediencia o buscar la astucia para enfrentarse a los problemas.
¿Qué ideas del artículo de Teresa Colomer te han parecido más significativas?
Tras leer el artículo de Teresa Colomer, he aprendido mucho sobre la transformación de los cuentos en función de las necesidades o las modas de la década. Colomer, no sólo explica cómo ha evolucionado el cuento de Caperucita Roja, sino que también te hace pensar en cómo la mayoría de los cuentos infantiles están conectados en la sociedad y valores actuales.
La idea que más me llamó la atención, de entre todas las ideas que da a mostrar el texto, fue cómo Colomer explica que el cuento ha pasado de ser una historia transmitida oralmente, con un tono duro y áspero, a transformarse en una herramienta educativa con un lenguaje más elaborado. Es decir, intuyo que antes se empleaba para advertir e incluso asustar a los niños, ahora está adaptado para enseñar, entretener y transmitir valores. Dicho lo cual, no conocía que el cuento de Caperucita Roja haya tenido tantas versiones y variedades en estas últimas décadas, eso supone que el argumento es consistente porque ha sabido adaptarse a diferentes contextos históricos y culturales.
Por otro lado, la autora señala cómo ha evolucionado la personalidad del personaje de Caperucita con el transcurso del tiempo, ya que pasó de ser una niña obediente, dejándose engañar por el lobo, a ser un personaje fuerte y valiente. Considero que es de agradecer que la literatura infantil evolucione para ofrecer modelos más diversos y realistas a los niños. En algunas versiones actuales, Caperucita ya no es rescatada, sino que se enfrenta al lobo o por sí misma. Es un aspecto a tener en cuenta, sobre todo en nuestra sociedad actual donde un objetivo del desarrollo sostenible fundamental es luchar por la igualdad.
Otro aspecto a destacar es el papel de las ilustraciones, Colomer defiende la idea de que las imágenes ayudan a entender mejor el mensaje del cuento o a concertar con los personajes. Un claro ejemplo de ello son las versiones de Pescetti o Marjolaine Leray, donde las imágenes son casi protagonistas junto al texto.
Como conclusión, el artículo de Teresa Colomer me ayudó a interpretar Caperucita Roja no sólo como un cuento tradicional, sino como un espejo que nos muestra cómo han cambiado nuestras ideas sobre la infancia, el miedo, el género y la forma de contar las historias.